Por Alejandro Angel Torres
El cliché dice que a todos los costeños nos gusta el vallenato y que desayunamos, almorzamos y comemos con el vallenato de fondo, al menos eso nos dan a entender todos aquellos que viven de Sevilla, Magdalena en adelante; es decir los cachacos.
Recuerdo que tenía 13 años cuando empecé a escuchar vallenato; a decir verdad en mi casa nunca han sido mucho de escuchar música, al menos no es una costumbre tan arraigada ni hay predilección por un género en especial y el único en mi familia que tiene tanta pasión por el vallenato como yo es mi tio Alvaro pero el se fue a vivir a Bogotá cuando yo era un "pelaito" de 5 años así que no creo que la influencia venga de por ahí. El hecho es que las notas del acordeon, la caja y la guacharaca y los sones, paseos y puyas se volvieron parte de mi banda sonora desde entonces.
Pero el cliché no es tan cierto, en mi Santa Marta natal mientras yo empezaba a disfrutar de las alegres notas del acordeón y de las narraciones de vivencias, alegrias y pesares que aquellos juglares hacian con sentimiento único muchos de mis amigos se hacian fanaticos de grupos de rock, rock en español y pop que a mi en esa época no me sabian a nada. Era un poco luchar contracorriente por que pese a ser varios los de mi grupo los que podiamos estar toda una noche escuchando los cantos de Diomedes Diaz, Rafael Escalona, Los Hermanos Zuleta, Iván Villazón y demás cantantes que han hecho grande este género había otra parte del grupo que queria escuchar las baladitas cursis, al infaltable Maná o el último disco de Soda Stereo -ritmos que
afortunadamente y con el tiempo también aprendí a apreciar- .
Aún asi sobreviví, gracias a mi gusto por la música en general y sabiendo que a través de ella se expresan sentimientos y sensaciones pude cultivar mi amor por la música vallenata combinándola con muchos y diversos géneros. Hoy en día es menos díficil, el vallenato es un
género consolidado, que ha sabido evolucionar y ha permitido que se mantenga su esencia pero sin permanecer ajeno a la llegada de nuevos ritmos y nuevos públicos.
En mis tiempos los cantantes eran lo que estaban y punto, desde los clásicos Alejo Duran, Escalona y Emiliano Zuleta pasando por Villazón - uno de mis favoritos en esos primeros años-, Los Betos, Jorge Oñate y Rafael Orozco todos ellos cantantes consolidados que habian dejado ya
más de una canción para la historia. Pero la música como la vida evoluciona y hoy nos encontramos ante una "nueva ola" de interpretes que están tomando su lugar en la esfera vallenata y se miran de tu a tu con los interpretes legendarios; nombres como Silvestre Dangond, Peter Manjarrez, Pipe Pelaez, Luifer Cuello y otros se dan el lujo de tener una fanaticada más fiel que la que pudieron tener los cantantes legendarios, algunos han alcanzado una fusion casi perfecta al combinar el vallenato con el merengue -otro de mis ritmos favoritos- en canciones como Borracha con Pipe Pelaez y Fernando Echavarria de la Familia André y Vivo por Ella de Peter Manjarrez con Sergio Vargas que han calado hondo entre sus oyentes e incluso han logrado que en el interior del país el Vallenato se escuche cada vez más y más. Quien lo diría los cachacos oyendo vallenato...
Yo en la distancia solo puedo recordar, me ayudan mis muchos cds de parrandas pasadas y me ayuda el internet con las emisoras que cada vez que puedo escucho y que me permiten estar un poco a la moda en los últimos interpretes. Ahora sólo falta poder repetir una de aquellas múltiples amanecidas en la orilla de la playa escuchando una y otra vez... "ay la parranda es pa' amanecer y el que se duerma lo trasquilamos..."
2 comments:
Valorar y disfrutar de cada genero musical acabando con "prejuicios" es pieza clave de nuestra riqueza cultural y folclorica. Viva el folclor.
el ritmo de borracha es soka
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