Saturday, February 10, 2007

(Batalla de Flores) Vivirla para Gozarla

Por David Pino

“Batalla de Flores: Tradicional desfile de carrozas, artistas, orquestas, disfraces y grupos folclóricos Su escenario es la vía 40 o Cumbiódromo del Carnaval. La apertura de los cuatros días de Fiesta, el sábado, es una explosión de tradición e ingenio, alegría y creatividad artística”.


María Gabriela, una reina que se ganó el cariño del pueblo por su alegría y simpatía

Cuando Maria Gabriela Diago nos dijo que seria la reina del Carnaval del 2002 nos dio mucha alegría, y de igual forma, nos dio tanta o más alegría, cuando nos dijo que podíamos organizar una comparsa y desfilar detrás de ella y “los príncipes” en la Batalla de Flores. Aquel fue un momento de alegría y jolgorio entre los integrantes del PEP/2001, pero como muchas otras cosas en Barranquilla los planes parecían que no iban a pasar de la alegría del momento. Por las fiestas de fin de año mucha gente se perdió y la comparsa quedaba en el aire. Por aquellas cosas del destino asistí a unos seminarios con los integrantes del PEP/2002, a quienes les comunique la invitación de María Gabriela y que si uníamos fuerzas entre las dos promociones la cosa saldría adelante. Después de varias llamadas y reuniones la cosa fue tomando forma y se armo una comparsa de monocucos. A la dirección de experimentadas bailarinas se ensayó una ecléctica coreografía que incluía desde el pase de Pedro el Escamoso hasta el pase del gorila.


La via 40 se transforma en todo un rio humano

Un sábado de Carnaval en Barranquilla siempre será el día más alegre del año, pero cuando sabes que saldrás bailando en la vía 40 te levantas con más animo que nunca. La ciudad esta completamente loca, no hay quien parezca cuerdo, el trafico esta patas arriba, y la 44 cerrada multiplica el caos; llegar hasta la casa de la Reina será toda una odisea. Pero todo se puede, haber conseguido un taxi y llegar después de una hora es casi una proeza. La emoción y la alegría están en el ambiente, un trago va, un trago viene, y en poco tiempo estaremos en lo más alto de la vía 40. Los instantes antes de salir son de máxima emoción y expectativa, media Barranquilla te vera desfilar por el Cumbiódromo y serás protagonista en el máximo evento cultural de la ciudad y el país. Para recordar, yo que no tenia pareja fija porque en cada ensayo practicaba con una diferente termine bailando con una que nunca antes había visto, aunque después de todo no fuera tan necesaria.


La simpática comparsa de monocucos bajo el anonimato de sus disfraces

Cuando arrancas bailando sientes como el pitazo inicial de una final en un torneo de fútbol. Entonces empieza la fiesta, al principio todo marchaba bien ordenadito y los pasos de la coreografía se respetaban religiosamente. Luego el tiempo y el espacio se van transformando en casi uno solo y se pierde casi toda la noción de los diez kilómetros que se recorrerán en casi cinco horas. Solo se es consciente de los efectos del baile, de la música, del sol, del alcohol, del jolgorio de las miles de personas que te ven pasar, y eso si que es lo mejor de todo, sentir la alegría radiante del pueblo barranquillero que te grita, que canta, que baila contigo, entonces ya no necesitas una pareja, los espectadores tan bien son protagonistas, y más de una se metió a bailar e hizo parte de la coreografía también; porque después de un tiempo los que íbamos atrás nos dedicamos fue a eso, a bailar con las del publico y a gozar la fiesta aunque al final del desfile los de adelante dijeran que “muy mal los de atrás que iban con una sola recocha”, pero que importa, eso es Carnaval. Mientras vas bailando, y por momentos te agobia el cansancio, quieres terminar el desfile, pero cuando se acaba no lo puedes creer y sientes que fue demasiado corto, entonces tienes el consuelo de que apenas es sábado y tienes tres días más de carnaval.


*PEP: Programa de formación en Excelencia Profesional dirigido a jovenes univeristarios de todo el país.

1 comment:

Carlos Mario Soto said...

Hicieron el pase del gorila y el del mono dudoso.